La presencia del parásito puede pasar totalmente inadvertida, o por el contrario sus actuaciones pueden provocar una rápida y fatal evolución si no conseguimos su diagnostico a tiempo.
El agente causante de esta patología es Dirofilaria immitis, un parásito que puede aparecer en cualquier lugar de España. Como en el caso de la leishmaniosis, la filariosis depende de la actuación de un mosquito para la transmisión de la enfermedad.
El parásito responsable de la filariosis (o dirofilariosis) es un nemátodo que en estado adulto puede llegar a medir de 12 a 30 cm., siendo más grandes las hembras que los machos.
Su "lugar de destino" habitual es el ventrículo derecho del corazón y la arteria pulmonar.