Podríamos decir que es casi imposible que nuestro perro no tenga durante su vida alguna urgencia sanitaria. Lo principal en estas situaciones es guardar la calma, intentar tranquilizar al animal, actuar con sentido común y acudir al veterinario.

En muchas ocasiones el dolor que siente el animal hace imposible ayudarle... una persona herida, dependiendo de su estado, de sus lesiones, de sus miedos... colabora más o menos con las indicaciones de los que intentan socorrerle; un perro accidentado puede llegar a morder a su dueño... en ese caso el animal y el propietario necesitarían por igual los primeros auxilios. Un perro herido "no entiende" lo que le está pasando y suele colaborar bastante poco.

Siempre me ha resultado curioso ver libros destinados a los propietarios de animales de compañía con páginas y páginas explicando cómo actuar ante los distintos accidentes... cómo aplicar masajes cardiopulmonares, respiración "boca a morro", vendajes... Seguramente me equivoque, pero creo que no es tan necesario ese "gran despliegue de medios"; estos son mis humildes consejos de primeros auxilios:

- Tener en uno o varios lugares visibles de la casa, en la cartera, en el bolso y grabados en el móvil, los teléfonos de nuestro veterinario de confianza y de la clínica de urgencias más próxima.

- Cuando viajemos con nuestro perro nos preocuparemos por localizar un veterinario y una clínica de urgencias. Incorporaremos sus teléfonos al apartamento de vacaciones, a la casa rural, al bolso, a la mochila... y a la memoria del móvil.

- Ante cualquier accidente, grave o leve, lo mejor es contar hasta diez (hasta cinco si es muy grave), tranquilizarnos, desempolvar el sentido común y desterrar los actos heroicos.

- Valoraremos el estado del animal: respira, está consciente, sangra, dónde tiene heridas, puede tener algo roto, se mantiene en pie...

- Antes de actuar veremos si el animal se deja tocar; en muchas ocasiones nuestra intervención, unida al dolor y al nerviosismo del animal puede agravar el problema; aunque seamos sus seres más queridos pueden mordernos... en ese caso sólo les hablaremos lentamente, intentando tranquilizarlos.

- Si el animal "se deja", aplicaremos el sentido común (aunque sea el menos común de los sentidos): presionaremos una herida que tiene una gran hemorragia, no le moveremos una extremidad que está claramente rota, no intentaremos extraer cuerpos extraños clavados... intentaremos paliar "lo gordo" con el menor número de actuaciones y movimientos.

- Como norma general y resumen debemos intentar mantener al animal tal y como lo encontramos, trasladarlo sin movimientos bruscos y no intentar "colocar" ni "quitar" nada.

Es bastante posible que ustedes esperaran en este texto maravillosos remedios ante las variopintas urgencias que puede padecer su mejor amigo... siento no cumplir ese deseo, pero debo ser justo o al menos intentarlo. Por más conocimientos que les aporte no ayudarán mejor a su perro... cada urgencia es un mundo con infinitas variantes.

Si por desgracia su mejor amigo sufre un accidente, póngase en contacto telefónico inmediato con su veterinario o con la clínica de urgencias; el profesional nos indicará qué debemos hacer, será nuestras manos y nosotros sus ojos; el nos dirá si debemos o no presionar la herida que le hemos descrito, si hacemos un torniquete y cómo... él nos dará las pautas y la tranquilidad de actuar con ayuda cualificada.